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LAB rechaza la regulación "impuesta" por el PNV para el servicio de atención al ciudadano

Oficina central del servicio de atención al ciudadano del Ayuntamiento
La sección sindical de LAB en el Ayuntamiento de Barakaldo ha mostrado su rechazo a la decisión del equipo de Gobierno (PNV) de "imponer" un reglamento de funcionamiento al servicio municipal de atención al ciudadano (SAC). La representación de los trabajadores considera que la alcaldía pretende un proceso de "renovación" y ampliación de prestaciones que se realiza sin la conformidad de las áreas municipales afectadas y que además se ejecuta antes de atender "las necesidades de su personal". En este sentido, LAB advierte de que la situación del SAC es de "riesgos psicosociales alarmantes basados en el estrés, la desmotivación, la tensión, la dificultad para la conciliación familiar y el derecho a acceder a cambios de puestos". Por ello, reclama al PNV que, antes de acometer reformas, dote al servicio de más plantilla, adecúe turnos y calendarios, acondicione las instalaciones e integre a los actuales empleados en la Administración General. "En definitiva, no imponer dinámicas de trabajo que no pueden asegurar cumplir por falta de recursos y por otras razones de carácter técnico-profesional".

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Comunicado de LAB
ANTE EL DECRETO RELATIVO A “LAS INSTRUCCIONES INTERNAS” SOBRE EL SERVICIO DE ATENCION CIUDADANA

La sección sindical de LAB quiere manifestar su profundo malestar por el ritmo de acontecimientos que están siendo impulsados por los responsables políticos del Ayuntamiento de Barakaldo en torno al Servicio de Atención Ciudadana.

LAB siempre apoyará que los servicios públicos municipales se presten con amplitud de miras, desde una clara vocación de servicio a la ciudadanía, cercanía, participación, transparencia y calidad. Pero todos estos valores deben ir acompañados de manera ineludible por una inversión suficiente en personal, medios e instalaciones de calidad, que eviten el daño psicosocial en las plantillas.

LAB lleva muchos años reclamando atención a la plantilla y las condiciones laborales del personal del SAC. Las condiciones de presión por la amplísima carga de trabajo, el nivel de conocimiento de múltiples detalles de diferentes servicios que se pretenden, las ratios insuficientes de plantilla con respecto a lo estipulado por la misma Eudel (intentando a la vez cuadrar cifras de la plantilla mezclando personal de carrera, interinos, laborales, personal de subcontrata...) y un largo etcétera les ha llevado a padecer unos riesgos psicosociales alarmantes basados en el estrés, la desmotivación, la tensión, la dificultad para la conciliación familiar y el derecho a acceder a cambios de puestos, etc. llevando todo ello a un síndrome del quemado evidente que perdura hasta nuestros días.

LAB ha recogido las demandas de la plantilla y ha defendido hasta nuestros días reivindicaciones básicas como son:

1.- Pasar a la Administración General a todo el colectivo de trabajadores y trabajadoras del SAC que siguen en la Administración Especial.

El personal de refuerzo para el servicio pertenece a la Administración General y las nuevas contrataciones se hacen recurriendo a la bolsa general de administrativos.

Este hecho supone que la plantilla del SAC no puede cambiar a otros puestos de perfil administrativo, que son de la Administración General, quedando automáticamente fuera de convocatorias para traslado a puestos que quedan vacantes.

2.- Asumir que hace falta más personal para soportar el aumento de nivel y carga de trabajo contemplada en el plan de innovación.

Esta demanda se hacía antes del actual empeño en seguir aumentando la carga de trabajo especializada de este colectivo de trabajadoras y trabajadores municipales. Ahora, con el planteamiento que se pretende aplicar a rodillo por jefatura y equipo de Gobierno, esa carga especializada aumenta sin una mejora de las ratios de la plantilla. Cuando se habla de la contratación de dos personas nuevas estamos hablando de dos programas que son claramente insuficientes y mantienen la inercia de utilizar una figura contractual pensada para necesidades coyunturales y no para hacer frente a necesidades estructurales.

3.- Necesidad de negociar, acordar y respetar nuevos calendarios.

En el SAC los turnos cambian semanalmente e incluso de la mañana a la tarde. Estos criterios alteran las previsiones de conciliación familiar de la plantilla, aumentando el estrés y el descontento que arrastran desde hace muchos años.

Esto tendría fácil solución redimensionando los turnos de tardes, eliminando sábados o contratando nuevo personal para cubrir los turnos que se acuerden.

Estas demandas son mucho más razonables que en años anteriores, con la puesta en marcha de máquinas descentralizadas de atención y tras los cambios en la nueva Ley de Procedimiento Administrativo, que declara inhábiles los sábados a la hora de cómputo de plazos en convocatorias y procedimientos.

4.- Repensar y adecuar las instalaciones de atención.

Sus dependencias han sido objeto de estudios y recomendaciones incluso desde el Servicio Municipal de Prevención de Riesgos y Salud Laboral. Esas medidas están aparcadas por “falta de presupuesto”. Sólo ha habido desde su inauguración allá por 2002 unas pocas modificaciones llevadas a cabo de manera parcial e insuficiente, quedando el grueso en una espera eterna.

Por otro lado, el impulso dado en los últimos meses al nuevo SAC, lleva aparejado un indisimulado objetivo de marcar el ritmo a todas y cada una de la áreas municipales. Se obvia una realidad cada día más evidente, como es la de que todas la áreas municipales cuentan con unas plantillas excesivamente ajustadas, cuando no deficientes. Ello apunta a la inviabilidad de hacer frente a las demandas en los tiempos que se pretenden. Los impulsores de la reforma del SAC han “invitado” a las áreas a adoptar compromisos que, hasta donde conoce esta sección sindical, no han sido bien acogidos por esas áreas.

Con este panorama, tanto el Pleno del Ayuntamiento como la representación sindical hemos pedido que se reconsidere el alcance de esta “renovación”. Deben atender previamente las necesidades de su personal (más plantilla, adecuación de turnos, calendarios e instalaciones, conversión a la Administración General) y tener en cuenta las objeciones manifestadas por el resto de las áreas municipales. En definitiva, no imponer dinámicas de trabajo que no pueden asegurar cumplir por falta de recursos, por otras razones de carácter técnico-profesional, etc. La imposición del criterio unilateral de los impulsores de estas “instrucciones” provoca el rechazo de esta sección sindical. Ese no es el camino.

Reiteramos la exigencia al equipo de Gobierno para que atienda las reivindicaciones de todos los estamentos de la administración municipal. LAB estará a favor de innovaciones tecnológicas, mayores y mejores servicios, pero nunca que se hagan a costa de la salud y de los derechos laborales de las plantillas municipales.