publicidad

El Ararteko advierte de que las estaciones de Renfe incumplen la ley de accesibilidad

En la estación de Barakaldo hay "mucha separación" entre el borde del andén y la plataforma del tren • El mobiliario de la estación no está adaptado para su uso universal • En Lutxana las rampas de acceso a la estación no tienen la pendiente adecuada • El Ayuntamiento debe "garantizar" la accesibilidad desde el entorno urbano a la estación 
Las dos estaciones de Renfe, la de Barakaldo y la de Lutxana, presentan importantes deficiencias que incumplen la ley de accesibilidad según recoge el Ararteko en el "Diagnóstico de accesibilidad del sistema de transporte público en la CAPV", un informe en el que estudia los diferentes sistemas de transporte público entre ellos la red de cercanías de Renfe. El informe destaca que en la estación de Barakaldo uno de los andenes tiene el pavimento "en mal estado sin franja táctil de seguridad" y el otro es de "una superficie resbaladiza". Además, el paso de un andén a otro se realiza por medio de unas escaleras y no existen ascensores o rampas adaptadas para garantizar "la universalidad del desplazamiento". Por su parte, el acceso a la estación de Lutxana se realiza a través de un recorrido "inseguro" en una zona de tráfico intenso con aceras estrechas y con "rampas de acceso no acondicionadas".

El informe señala que la estación de Barakaldo que el andén "está prácticamente al mismo nivel que la estación aunque hay un peldaño en la salida del vestíbulo", pero no dispone de los elementos constructivos o mecánicos adecuados para salvar el desnivel. Además, las puertas del interior del edificio sólo permiten al usuario con movilidad reducida realizar el recorrido interior de forma autónoma y segura si se abren las dos hojas de la puerta.

La situación es similar en la estación de Lutxana donde las rampas de acceso a la estación no tienen la pendiente adecuada sin barandilla o con barandilla en un único lado y sin la anchura mínima requerida. Además, el pavimento de la estación está en mal estado y sin señalización de seguridad. El mobiliario de la estación no está adaptado para su uso universal. También existe mucha separación entre el borde del andén y la plataforma del tren y las personas con movilidad reducida no puede acceder de un anden a otro de forma autónoma.

El Ararteko recuerda que "a los ayuntamientos les corresponde garantizar la accesibilidad del itinerario de acceso, es decir, del trayecto peatonal que comunica el entorno urbano inmediato con el equipamiento o la infraestructura ferroviaria", mientras que "a los gestores de la infraestructura les corresponde adoptar las medidas necesarias para garantizar un desplazamiento seguro y funcional en las estaciones".

En su informe recomienda a los ayuntamientos priorizar "las actuaciones dirigidas al acondicionamiento de los entornos peatonales de las instalaciones".