publicidad

Berri-Otxoak distribuye leche para expresar su enfado por los recortes sociales

Protesta de Berri-Otxoak ante el Ayuntamiento
La plataforma contra la exclusión social Berri-Otxoak ha distribuido decenas de envases con leche a las puertas del Ayuntamiento de Barakaldo para protestar de este modo por los recortes en materia de ayudas sociales acordadas por el Gobierno municipal, del PNV. "Los recortes sociales nos ponen de mala leche" es el lema de esta movilización, con la que además se ha presentado el periódico de Berri-Otxoak "contra los últimos recortes o la mala gestión del equipo de Gobierno". Con esta acción, la plataforma ha criticado, así mismo, "el despilfarro de recursos que se aprueban desde los partidos que conforman el equipo de Gobierno mientras recortan derechos a las familias que peor lo están pasando en la localidad".


Nota de prensa de Berri-Otxoak
Iniciativa ante el consistorio para denunciar los recortes aprobados por el gobierno municipal. Además, de las irregularidades destapadas por recientes informes de los servicios jurídicos municipales.

Por este motivo, se instalará este lunes un stand ante el Ayuntamiento de Barakaldo. Donde varias personas con batas blancas y caracterizadas de “repartidoras” distribuirán decenas de bricks de leche entre las personas viandantes bajo el lema “Los recortes sociales nos ponen de mala leche”.

A través de esta iniciativa se presentará un nuevo número del periódico monográfico contra los últimos recortes, o la mala gestión, del equipo de gobierno. A lo largo de estos días se distribuirán 11.000 ejemplares de esta publicación gratuita en las principales calles y paradas de metro de la localidad.

Tanto la movilización desarrollada, como la publicación presentada esta mañana, tienen como intención denunciar el despilfarro de recursos que se aprueban desde los partidos que conforman el equipo de gobierno mientras recortan derechos a las familias que peor lo están pasando en la localidad.

El pasado 5 de abril se publicó el “Decreto Alcaldía para la concesión de Ayudas de Emergencia”. Donde se recoge el mantenimiento de los recortes aplicados el pasado año 2016: reducción en un tercio de la ayuda para hacer frente al pago de alquileres; en un 17% para los gastos sanitarios no cubiertos por Osakidetza; y un 10% para las necesidades consideradas básicas: alimentación, vestuario, educación...

Además, de ampliar la nómina de recortes para este año 2017 a las familias de Barakaldo: imposibilidad de acceso a una ayuda para las personas trabajadoras autónomas; reducción en un 9% de la asignación para hacer frente a los gastos de hipotecas; rebaja del 20% en la ayuda para cubrir gastos necesarios para el mantenimiento de la vivienda habitual.

Esta política de recortes trae como consecuencia que decenas familias no pueden garantizar una comida diaria. El propio concejal de Acción Social, Mikel Antizar, señalaba recientemente que a día de hoy hay una situación de “desbalance nutricional” en “algunas familias y menores de la localidad”. Es más, se admite desde los servicios sociales y responsables municipales que hay decenas familias que "no disponen de un acceso estable y de calidad a una alimentación mínima y adecuada".

Pero esta situación no es producto de la casualidad. Según un informe elaborado por el “Servicio de Análisis, Estudios y Estadísticas” de Lanbide los contratos en Barakaldo son escasos, de baja calidad y no llegan ni a las tres semanas de duración. A sumar las cerca de 5.600 personas desempleadas del municipio que no perciben ningún tipo de subsidio o prestación.

La estadística de Lanbide señala que la duración media de las contrataciones en Barakaldo no llega ni a 26 días. Mientras que en el conjunto de la Comunidad Autónoma la media de los nuevos contratos es de 41 días; es decir, la localidad antaño fabril está 37% por debajo de la media de duración de los contratos.

La mayoría de las contrataciones es en el sector servicios -que incluye a las grandes superficies comerciales del MegaPark o el Max Center- donde la duración media es inferior a 30 días. Peor es la situación de los puestos en la construcción o la industria, donde no llegan ni a 18 días de duración.

Mientras se producen estas situaciones de precariedad y pobreza el actual equipo de gobierno mal gestiona los dineros públicos: la alcaldesa, Amaia del Campo, adjudica por decreto cada mes contratos millonarios, pese a los reiterados reproches por parte de la intervención municipal, los servicios jurídicos e informes técnicos contrarios. En concreto, lleva realizando mensualmente "de forma irregular" contrataciones que se han disparado esta primavera hasta alcanzar la cifra de 53 millones de euros.

Las actuaciones contrarias a la legislación van desde “contrataciones realizadas de forma verbal, sin ningún tipo de expediente”, "fracciones indebidas de contratos", utilización de la contratación "sin fundamento legal", prórrogas "indebidas en gran número de contratos”.