publicidad

Jonatan García Villa | alpinista
“El alpinismo me hace feliz y sentirme fuerte física y psicológicamente”

Jonatan García Villa
Apenas hace un mes de su evacuación del Himalaya cuando Jonatan García Villa (19/01/1985) se encuentra, en su barrio de San Vicente, con Barakaldo Digital. Lo tuvieron que sacar de la montaña con urgencia por un trombo en su pierna derecha. Sólo cuatro semanas después del incidente, moreno y tranquilo, ya se le adivina inquieto por volver al alpinismo. “Con 31 años, nunca he estado tan fuerte como ahora, tanto de cabeza como en físico”, dice.

Su historia de “felicidad” en las alturas tiene apenas seis años. Como muchos, él también había subido al Eretza, Pagasarri, Ganekogorta o Gorbea, pero no fue hasta 2010 cuando un compañero de trabajo le invitó a participar en carreras de montaña. “Soy competitivo, pero conmigo mismo”. Así pasó al alpinismo y ahí se mantiene, disciplinado.

Entrena de lunes a viernes y los fines de semana realiza una salida, normalmente a Pirineos. “No hay otra cosa que me llene más que, según salgo del trabajo, coger a mis perros y subir al monte a correr”. El alpinismo ya es más que un deporte o una afición. “Es una forma de vida”. Incluso es una especie de droga. “Engancha mucho” y siempre quieres progresar un poco más.

Además de mantenerle muy activo, la montaña parece transmitirle optimismo. El trombo cuando preparaba la cumbre del Broad Peak, también conocido como K3, de 8.051 metros, es para él algo positivo. “El cuerpo me ha mandado unos mensajes. Le he hecho caso. Estamos solucionándolo”. ¿Dejaría esta forma de vida? “¿Por qué voy a dejar algo que me hace feliz, me hace sentirme física y psicológicamente fuerte, y no hace daño a nadie?”. Jonatan García ya prepara nuevos destinos.