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Ancianos de una residencia experimentan una jornada en contacto con perros abandonados

Ancianos de una residencia viven una jornada en contacto de perros abandonados
Un grupo de ancianos de la residencia El Pilar, centro concertado con capacidad para 27 personas, ha participado este 21 de diciembre en una experiencia inédita en el centro: disfrutar durante unas horas del contacto con perros procedentes de una asociación que recoge animales abandonados. La iniciativa ha surgido de la psicóloga del servicio, MariCarmen Hernández, que ha facilitado que se acercaran hasta Barakaldo media docena de mascotas que han sufrido en algunos casos maltratos y que ahora están, a la espera de adoptantes, en las instalaciones en Laredo de Aspacán. Los ancianos, todos con altos niveles de deterioro cognitivo, han paseado a los perros, los alimentado y acariciado, en una suerte de "terapia emocional" que contrasta con el aislamiento interior en el que suelen vivir estas personas, que no suelen interactuar entre sí. Además, han acudido familiares, con lo que se ha convertido en un encuentro en el que ha dominado el juego y la alegría por la presencia de los animales. Entre los observadores ha estado el concejal de Acción Social, Mikel Antízar (PNV). Hernández ha indicado que "esta actividad se apoya en una serie beneficios muy experimentados, como es el hecho de que el cariño que ofrece un perro puede ayudar a que las personas se mantengan positivas, además de que ya sólo acariciar a un peludo reduce la frecuencia cardiaca y la presión arterial, por no decir que numerosos estudios demuestran que las personas que interactúan con un perro reducen sus niveles de estrés y de otro tipo de patologías psicológicas". Desde la asociación protectora Aspacán han destacado que el abandono de perros se sigue produciendo y especialmente en esta época del año. El centro, que busca voluntarios para cuidar a las mascotas, reciben sobre todo canes de un año de edad y perros de caza que son abandonados, en muy malas condiciones, finalizada la temporada y cuando los dueños piensan que no son útiles.
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