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Juan Carlos Maneiro Lago | secretario de Cetreros del Nervión
"Me gustaría volar como un pájaro"


Fotos: Luis Javier González ‘Tito’

La secuencia del águila real que caza una cabra montesa y la lleva volando a su nido es una imagen que marcó a toda una generación, la que veía en los setenta los documentales de la serie 'El hombre y la tierra', dirigida por el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente. El burgalés de Poza de la Sal fue precursor del arte de la cetrería y, aunque han pasado 35 años de su trágica muerte, aún lo recuerda así Juan Carlos Maneiro Lago (Barakaldo, 1970), secretario de la asociación Cetreros del Nervión de Barakaldo, que preside Manolo Jiménez. Vecino de Zuazo, hijo de gallegos que se encontraron en la anteglesia —ella trabajadora del hospital de Cruces y él de La Naval—, alumno de Salesianos y electrónico que —como tantos miles de barakaldeses— sufre el paro, Maneiro Lago guarda en su terraza una mascota poco habitual. El ave de presa se asoma a la ventana desde donde le habla Aroa, de cuatro años, que en la escuela cuenta, orgullosa, que tiene un gavilán, un azor y un halcón.  "Somos herencia de Félix Rodríguez de la Fuente", explica Maneiro Lago.


Pregunta. ¿Cómo empezó su relación con las aves de presa?
Respuesta. En los años setenta, al ver los maravillosos documentales de Félix Rodríguez de la Fuente, soñaba con tener, adiestrar y disfrutar de los vuelos de un pájaro. Pero los pájaros son todos criados en cautividad. Hay que comprarlos y, con 10 años, no tenía poder adquisitivo para hacerlo. Así que me pasaba el tiempo leyendo. Había bastante información en la biblioteca de Vellido, donde había unos tomos antiguos que hablaban de cetrería. Así que salía de clase, de Salesianos, e iba corriendo a ver qué podía copiar.

P. ¿Tardó mucho en poder acercarse a a práctica de la cetrería?
R. Era un mundo muy cerrado en el que el que sabía no te daba información. Pero hacia 1995 entablé relación con un grupo que tenía aves de presa, a través del foro Cetreria.com, y ahí empecé a informarme, supe dónde poder adquirir un ave de prensa y a qué especie podía optar.

P. ¿Cuándo consiguió su primer pájaro?
R. Después de mucho valorarlo, ver que tenía la formación suficiente y tiempo libre, y que podía tener y disfrutar de un ave de presa sin causarle daños, en 2009 compré un azor, que aún es mi compañero de andanzas. Además he adquirido otras aves para ir manejándolas. Además, he ido tratando con criadores y adientrándoles aves.

P. ¿Cuántos ejemplares tiene?
R. En estos momentos, son seis. Un azor, un gavilán, cernícalos y halcones de diferentes subespecies. 

P. ¿Sale con todos ellos al campo?
R. Los vuelo casi todos, pero no de forma continua. Con algunos, sí procuro que sea diariamente, depende de las especies. El azor está cambiando su plumaje y podrá volar hacia el 12 de octubre. Entonces, con él, la actividad será diaria, bien después de trabajar o en los tiempos que tengo libre. Normalmente, es un mínimo de una hora. Muchas veces terminamos con el coche con los focos encendidos para ver dónde está el pájaro.

P. ¿Cómo se organiza para poder tener sus aves?
R. Tengo la suerte de que tengo un piso con una terraza bastante amplia y en ella tengo preparada a ubicación para un pájaro. El resto están en habitáculos a aire libre en el terreno de unos amigos en Cantabria. En función de la temporada, tengo en casa uno u otro.

P. ¿No le gustaría tener todos en su piso?
R. Por normativa familiar, un solo animal. Ja, ja, ja

P. ¿Qué ave tiene actualmente en su terraza?
R. El gavilán. 

P. ¿Lo tiene enjaulado?
R. No. Nunca pueden estar en una jaula o jaulón. Tienen que estar espacio donde no les dé el aire, con sol y sombra, y atados por las patas con unas muñequeras con correitas, que el pájaro apenas nota y no le hacen daño. Además, en función de si es azor o halcón, su posadero es circular o en forma de arco.

P. ¿Está con usted todo el año?
R. Cuando empieza a cambiar el plumaje, lo llevo al habitáculo al aire libre para que pueda cambiar tranquilamente y no se estrese.

P. ¿Cómo es tener una niña pequeña y un pájaro en casa?
R. El pájaro, un pollo, lo compré el agosto de 2009 y en diciembre nació mi hija. Así que se llevan bastante bien. Además, el ave, que se llama Coti, está situado frente a la ventana de la habitación de la niña, que le habla. No dejo que le toque al pájaro si no estoy yo. No hay ningún problema. Va perfecto. En el colegio, todos los niños dibujan y cuentan que tienen un perro o un gato, y mi hija Aroa, para sorpresa de su profesora, cuenta que tiene un gavilán, un azor y un halcón. La niña ha conocido al pájaro desde pequeña, ha tenido en sus manos y jugado con pollos… Es su mascota.

P. ¿Y su mujer?
R. Igual no está tan contenta como mi hija, pero con el paso del tiempo, viendo cómo me gusta, ha acabado por tenerle simpatía a los animales que tenemos. Nunca le ha disgustado aunque nunca se ha metido tan a fondo como yo. Ya se ha hecho a tener los pájaros.,

P. A pesar de las plumas.
R. La limpieza de la terraza es tema mío, igual que todo lo conlleva tener el ave.

P. ¿Y los vecinos?
R. Están encantados porque dicen que no hay ni una sola cagada de paloma. Y es cierto: no hay ni una sola paloja u otro pájaro que se asome por nuestras terrazas.

P. ¿Costa o sierra?
R.  Soy de interior aunque con los pájaros no habría problema. Pero procuramos ir al interior porque en zona de costa porque puede haber muchas especies de paso y porque, además, en los acantilados crían bastantes halcones peregrinos y cazan cualquier ave que interfiera durante su época de celo.

P. ¿Por qué tiene un pájaro?
R. Partiendo de que me hubiera gustado volar, tengo pájaro porque siempre me ha gustado ver lo que es capaz de hacer. Disfruto cuando le veo salir de mi puño detrás de una presa o cuando sube a 300 metros y hace un picado a una presa. El pájaro hace cosas preciosas volando. Ese gesto de fuerza, potencia y demostrar lo que puede hacer, para mí ya vale todo, coja o no un presa. En los últimos tres años, con mi compañero, con un azor cada uno, hemos capturado una sola perdiz y la hemos soltado. Nos gusta la belleza de nuestras aves en vuelo. Es lo que nos motiva.

P. ¿Cuál es la diferencia entre su perro y su gavilán?
R. Ellos son mis dos compañeros de andanzas en el monte. No hay diferencia en lo que siento y disfruto con uno u otro. Y encima tengo la posibilidad de disfrutar con los dos a la vez. Salir al campo con mi azor en el puño y el perro corriendo es un lujo.

P. ¿Cómo está la musculatura de su brazo?
R. Normalmente, los cetreros, por norma, llevamos los pájaros en el brazo contrario de lo que somos: un diestro como yo lo lleva siempre en el brazo izquierdo. Así se va equiparando la musculatura, que normalmente está más desarrollada en el brazo derecho si no se es zurdo. siempre y cuando no me dedique algún díaa adiestrar búhos reales de dos kilos y medio o águilas reales de cuatro. Ja, ja, ja.

P. ¿También sale de vacaciones con el pájaro?
R. Si está enfermo o necesita cuidados, sí me llevo. Si no, lo dejo en su recinto al aire libre y disfrutamos sólo la familia, aunque un poco con el 'mono'.



"Estaríamos encantados si el Ayuntamiento nos propusiera ahuyentar a los estorninos"

P. Cuando suelta al pájaro, ¿sabe que va a volver?
R. Espero que vuelva. Puede ser que le cruce el cable y duerma en el monte, como ha pasado alguna vez. Aunque llevan un sistema de seguimiento y se suelen recuperar casi todos. Cuando los volamos, los tenemos en 'operación dieta', porque lo que une al pájaro y a su cuidador es saber que donde esté la persona va a tener comida. Por eso les tenemos con ganas de comer, pero no con hambre. Además, está la confianza.

P. ¿Las aves reconocen a las personas con las que están?
R. Sí. Como los perros, reconocen a las personas. Su principal sentido es la vista, sin tener el resto anulados. También tienen oído y bastante bueno, y también reconocen la voz.

P. ¿Es real la fama de su buena vista?
R. Sin ninguna duda. Son capaces de estar volando a una altura de un kilómetro, que su cuidador esté caminando por el campo y bajar hacia él, aunque estén viendo a 1.000 personas más, siempre que pueda tener un punto de referencia. Si yo estoy separado en un círculo de dos metros respecto al resto de la gente, si el halcón sale de mi puño, me va a ubicar sin ningún problema. Su vista es como si nosotros llevásemos puestos prismáticos todo el día. Incluso de noche, en el caso de aves nocturnas.

P. ¿Hay una conexión emocional entre el pájaro y la persona?
R. Como veo cuándo se siente mal o quiere decir algo mi perro, cuando dejo al ave con otra persona, enseguida quiere volver donde estoy yo.

P. ¿Existe algún tipo de peligro con las aves de presa?
R. No. No se conocen problemas con estos pájaros. Pueden estar adiestrados para volar y se ejercitarse, o para la caza de perdiz o conejo, pero no se han dado casos de que ataquen a otros animales o a las personas.

P. ¿Por qué deben entonces protegerse las mano con el guante?
R. Porque sus garras siempre tienen que estar perfectas, afiladas y puntiagudas, sobre todo para que, en caso de captura de un presa, hagan su función y no hagan sufrir al animal. En el caso de las personas, se pueden producir pequeñas heridas en la piel si no se protege, no porque apriete el pájaro sino porque son garras muy puntiagudas.

P. ¿Cada cuánto tiempo les hace la pedicura?
R. Cuando lo piden. El pico y las garras se los solemos hacer dos veces al año. En la naturaleza, se les desgastarían por la caza. Pero en cautividad, no hay desgaste y les crecen en exceso.

P. ¿Cuánto cuesta un pájaro?
R. Depende de la especie. Las aves de iniciación, como los cernícalos, puede tener un precio desde 200 euros. En las escalas más altas, como grandes águilas —reales o calzadas— o halcones blancos, que se venden en países árabes, son bastantes miles de euros. El valor depende de la especie no del tamaño del pájaro. Por ejemplo, la aguililla de Harris, que se de manera habitual en los mercados medievales y es de tamaño similar a los halcones, cuesta unos 200 euros.

P. ¿Y los gastos de mantenimiento?
R. El principal coste es el ave, y luego disponer de un alojamiento y tiempo. La comida puede suponer, en los meses en que el pájaro está parado, el primer mes unos 30 euros pero después baja bastante. Y en temporada de caza, es menos y, además, si captura alguna presa y no se puede devolver a la naturaleza, se congela para después alimentar al ave.

P. ¿Qué tipo de dieta tienen estas aves?
R. Exclusivamente carnívora. Palomas, conejo, liebre, perdiz… Compramos a los distribuidores que venden la comida a los zoológicos.

P. ¿Se utilizan estos pájaros para controlar plagas como las de palomas?
R. Los cetreros estamos deseosos de tener esa oportunidad pero las instituciones usan servicios de pago, como los cetreros en el Museo Guggenheim, en donde patrulla una águililla de Harris para que evitar las palomas las placas de titanio. Nosotros nos ofrecemos gratis y estaríamos encantados si nos lo propusiera el Ayuntamiento de Barakaldo para los estorninos en invierno o para las palomas. Toda la gente que necesite una ayuda con animales que puedan perjudicar o el Ayuntamiento, puede contar con nosotros para colaborar para ahuyentar palomas, las gaviotas en la ciudad deportiva de San Vicente o el campo de Lasesarre, o roedores en vertederos. Estamos deseosos de echar una mano. 

P. ¿Se puede volar un pájaro en Barakaldo?
R.  Recurrimos a espacios más abiertos sobre todo porque hay algunos que no conocen a los perros, que pueden estar sueltos. Nosotros no cazamos en Bizkaia, sólo entrenamos para salir a cazar a cotos que alquilamos. Argalario y El Regato son espacios muy cerrados, además de la norma restrictiva de la Diputación.



"Puede acercarse cualquier persona aunque no tenga pájaro"

P. ¿Qué es la asociación Cetreros del Nervión de Barakaldo? 
R. Nació hacia 1998, fundada por un grupo de cetreros que quería difundir y promover esta arte. Era un grupo con cetreros de Bilbao, Cruces y Barakaldo. No había mucho movimiento y se dejó, pero hace cinco años entramos de nuevo en contacto e intentamos sacar de nuevo a flote el grupo porque veíamos que la gente se interesaba cuando nos veía que sacábamos los pájaros para volar. Decidimos levantar la asociación para toda esa gente que quiere aprender y no sabe cómo empezar. 

P. ¿Puede entrar en la asociación una persona que no tenga pájaro?
R. Sí.Toda persona interesada puede ponerse en contacto, venir a una reunión y ayudarnos o acompañarnos cuando vamos a volar los pájaros. Nosotros, encantados. La idea principal de la asociación es que todo el mundo tenga la oportunidad de ver cómo es tener un ave de presa.

P. ¿Qué ayuda institucional tiene?
R. No nos apoyan mucho. Estamos muy limitados porque no podemos volar los pájaros siempre que queramos porque en Bizkaia nos aplican de manera restrictiva la ley autonómica y sólo se permite que actuemos en temporada hábil de caza. La Diputación entiende que volar un pájaro es una acción de caza. La ley es para todo el País Vasco pero sólo se nos aplica así en Bizkaia, con unos requisitos que son imposibles de cumplir. En Gipuzkoa y Álava se puede volar todo el año en unas zonas concretas.

P.¿Qué salida tienen?
R. Nos obligan a desplazarnos a Cantabria, en donde podemos volar en cualquier sitio, siempre y cuando no se afecte a otras especies. Es sólo volar, ejercitar a nuestras aves. En Álava también se puede hacer en algunas zonas, como el área de seguridad del aeropuerto. Por eso queremos que nos apliquen la norma igual que en Álava y podamos utilizar las proximidades del aeropuerto de Loiu. Se necesitan un promedio de uno a dos meses para ejercitar el pájaro y que esté en condiciones de volar bien, por su propio bienestar.

P. ¿Cuántas personas tienen pájaros en Bizkaia?
R. Actualmente hay censados 60 cetreros y al menos la mitad tiene pájaro, normalmente más de uno. En la asociación hay una veintena de personas.

P. ¿Quién registra estos animales?
R. Tienen que estar inscritas en el libro de aves de presa de Bizkaia para que la Diputación pueda tener un control sobre el número de ejemplares que hay en el territorio histórico.

P. ¿Qué objetivo se plantea Cetreros del Nervión?
R. Darnos a conocer y ofrecer beneficios para ganar socios.