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Francisco Campo | director gerente de IK Ingeniería
“El ecodiseño es imposible de obviar en los departamentos de innovación y producción"


Mariela Estévez Campos | Fotos cortesía de IK Ingeniería

La empresa barakaldesa IK Ingeniería, pionera en la oferta de servicios en el sector del ecodiseño industrial, celebra este año su décimo aniversario. La empresa nació en 2004 fruto de la iniciativa de dos estudiantes de último curso de ingeniería industrial de la Universidad del País Vasco: Rubén Carnerero, actual director técnico de IK, y Francisco Campo, director gerente de la firma. Ambos se dieron cuenta “de que existía una demanda de este tipo de conocimiento en las empresas pero que, sin embargo, no existía una oferta que le diera respuesta”.

Desde su creación, ha prestado asesoramiento en innovación ambiental a diversas instituciones públicas y a más de 100 empresas, ha participado en la organización de importantes congresos del sector, se ha implicado en la formación de las nuevas generaciones de profesionales en innovación ambiental de producto y ha colaborado con otras empresas en iniciativas europeas y nacionales de ecoinnovación, entre ellas, el proyecto ‘Más vino, menos CO2’, con el que se ha logrado la certificación simultánea en huella de carbono de los caldos de 13 bodegas.

Coincidiendo con la celebración del décimo aniversario de la firma, IK ha presentado su nueva web, “más atractiva, intuitiva y práctica”, en palabras de su director gerente, que busca “acercarse digitalmente a las empresas y organizaciones con las que IK trabaja, y a otras personas interesadas en profundizar en el campo del ecodiseño industrial”.

Pregunta. ¿Qué cosas han cambiado desde que IK Ingeniería empezó su andadura?
Respuesta. 10 años trabajando en el diseño ambiental de productos y la experiencia adquirida en proyectos desarrollados con más de un centenar de empresas, nos han permitido convertirnos en un referente en este ámbito, tanto en el País Vasco como a nivel nacional. Casi con total seguridad podemos decir que en 2004, cuando empezamos, éramos la única empresa que ofrecía en el mercado nacional estos servicios de manera exclusiva. Hemos abierto camino a otras empresas que han ido surgiendo posteriormente y que prestan sus servicios hoy día con éxito.

P. ¿Qué es el ecodiseño?
R. La respuesta la da otra de sus denominaciones: innovación ambiental de productos y servicios. Es una metodología que permite a las empresas crear un producto con un menor impacto ambiental y en muchas ocasiones, generar ahorros tanto directos como indirectos. Se estudia el producto a lo largo de todo su ciclo de vida y se detectan aquellas fases y materiales, entre otras cosas, que más impacto ambiental tienen y se actúa sobre ellas, mejorando el producto.

P. ¿A qué empresas se dirige?
R. Se puede aplicar en cualquier empresa, independientemente de su tamaño o sector de actividad. El único requisito es que tengan poder de decisión y actuación en el diseño del producto que comercializan. Es muy interesante, y más en los tiempos que corren, ya que gracias a este replanteamiento en la forma de producir y diseñar su producto, las empresas pueden ahorrar entre un 10% y un 20% en el consumo, aunque estas cifras, dependiendo del caso, pueden ser muy superiores.

P. ¿Qué funciones desempeña IK Ingeniería en este campo?
R. Apoyamos a las empresas ofreciendo asesoramiento y soluciones en proyectos de diseño y mejora ambiental de productos y servicios, y en proyectos de edificación y arquitectura sostenible. Estudiamos cada caso particular e intentamos ofrecer soluciones que se adapten a sus necesidades, según su sector y características, entre otros factores, para lograr que tengan un conocimiento más profundo de su producto, que reduzcan su huella de carbono, que cumplan con los requisitos de las nuevas legislaciones europeas, que mejoren su exportación en los mercados más exigentes con los requisitos medioambientales de los productos o que ahorren en consumo de materias primas y de electricidad.

P. ¿La competencia es beneficiosa?
R. El hecho de que existan más empresas dinamizadoras del ecodiseño produce un impacto positivo, ya que se consigue llegar más lejos en la extensión, en el contagio de la cultura del ecodiseño en el entorno empresarial, una de las misiones de IK Ingeniería. Y poco a poco esto está consiguiendo que el ecodiseño empiece a considerarse algo imposible de obviar en los departamentos de innovación y producción de las empresas, y que la Administración desarrolle cada vez más programas de impulso en este sentido. En definitiva, que el sector haya experimentado un gran salto en 10 años, sobre todo en Euskadi.

P. ¿Cómo surgió la idea de crear IK?
R. La empresa nació en 2004 del espíritu emprendedor de dos estudiantes de último curso de ingeniería industrial: Rubén Carnerero, actual director técnico de IK, y yo mismo, Francisco Campo. Nos formábamos por aquel entonces en la primera edición del Aula de Ecodiseño de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), y durante este periodo de especialización nos dimos cuenta de que existía una demanda de este tipo de conocimiento en las empresas pero que, sin embargo, no existía una oferta que le diera respuesta.

P. ¿Cuáles eran sus objetivos?
R. Facilitar a las empresas su introducción en el mundo del ecodiseño y acompañarles en sus primeros pasos. Pero también extender la cultura de la innovación ambiental de producto en la industria en general, ya que creíamos y seguimos creyendo, que es la forma de producir del futuro. La escasez de recursos, la creciente contaminación y los problemas derivados de ello, harán al final que la sociedad acabe diciendo basta. La realidad es que la sensibilización es cada vez mayor y tanto empresas como la sociedad en su conjunto están cada día más implicados.

P. ¿Qué tipo de empresas acuden a ustedes en busca de asesoramiento?
R. De todo tipo. Trabajamos con muchas pymes, pero también con grandes corporaciones. En cuanto a los sectores de actividad, sucede lo mismo. El ecodiseño es aplicable en cualquier empresa que diseñe y fabrique su producto, por lo que trabajamos mucho, por ejemplo, con el sector mobiliario, en general; con todas las empresas que integran la Asociación Clúster del Sector del Hábitat, Madera, Oficina y Contract del País Vasco (Clúster Habic), ya que IK Ingeniería es la entidad coordinadora del grupo de trabajo de medio ambiente de esta asociación.

P. ¿Cuál es el sector más implicado en el ecodiseño?
R. Después del de la edificación, el de mobiliario es el sector que más aplica en España esta metodología en su forma de producción. También nos encontramos con demanda por parte de empresas del sector máquina-herramienta, materiales de construcción, sector ferroviario, metal, ingenierías o estudios de arquitectura, entre otras. Recientemente, también hemos comenzado a trabajar con el sector agroalimentario y vitivinícola.

P. ¿Trabajan también con las Administraciones públicas?
R. Sí, llevamos prácticamente desde nuestro nacimiento trabajando codo con codo con la Administración pública en todo lo relativo a programas y acciones que fomenten la innovación ambiental. Hemos trabajado mucho, por ejemplo, con la Sociedad de Gestión Ambiental del Gobierno Vasco (Ihobe), que es una entidad que se ha involucrado y ha promovido el ecodiseño en las empresas vascas desde finales de los noventa, cuando se empezó a introducir este concepto en nuestro país.

P. ¿Y con las entidades locales?
R. Trabajamos con diversos Ayuntamientos en el desarrollo de proyectos vinculados a la sostenibilidad, ecoinnovación, edificación sostenible e innovación ambiental e impartiendo formación especializada. Seguimos teniendo también un fuerte vínculo con la Universidad del País Vasco y con la Diputación Foral de Bizkaia a través de BEAZ, ya que IK es coordinador técnico del aula de especialización en Ecodiseño del País Vasco, donde nosotros mismos nos formamos hace años. Ahora coordinamos la formación de las nuevas generaciones de profesionales en innovación ambiental de producto.

P. ¿Qué supone formar parte del organismo internacional de certificación ambiental Environdec?
R. Environdec es un organismo muy potente y con gran proyección a nivel internacional en todo lo relativo a las llamadas Declaraciones Ambientales de Producto (EPD/DAP), unas etiquetas ambientales que emplean empresas de todo el mundo para poder dar a conocer las características ambientales de sus productos. Ser reconocidos como miembro asociado de la organización por nuestro trabajo durante estos años en la promoción de este ecoetiquetado en la industria es un gran orgullo y nos motiva para seguir trabajando con las empresas en esta línea.

P. ¿Qué labor realizaron en ‘Más vino, menos CO2’?
R. ‘Más vino, menos CO2’ es un proyecto encabezado por el Grupo de Acción Local de Euskadi (Mendinet), junto con cinco asociaciones de desarrollo rural de diferentes regiones, el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (Neiker-Tecnalia) y nosotros, IK Ingeniería. Comenzó en 2010 y gracias a él se ha conseguido la certificación en huella de carbono de 13 bodegas de seis comunidades autónomas distintas. Ha sido una iniciativa pionera en España y con ella hemos tratado de generar un valor añadido a la producción de vino en pequeñas bodegas a través de estrategias de reducción de su huella de carbono, es decir, el CO2 que emiten.

P. ¿Qué supone para las bodegas?
R. La ventaja principal de certificar la huella de carbono es el hecho de poseer una herramienta que les proporcione un seguimiento exhaustivo y preciso para gestionar sus emisiones de CO2, además de poder demostrar su compromiso con el medio ambiente de cara al cliente y a la sociedad. El papel de IK Ingeniería en el proyecto ha consistido en desarrollar el proceso de cálculo de huella de carbono de estos vinos, generando una metodología y una herramienta simplificada para su utilización por parte de los propios bodegueros.

P. ¿Cuáles son sus proyectos actuales?
R. Estamos trabajando con varias empresas, sobre todo en temas de ecoetiquetado de productos. Pero además nos hemos embarcado en otra área novedosa: el desarrollo de herramientas de software ambiental que faciliten el trabajo en las empresas. Una de ellas, especialmente interesante por la proyección que puede tener a nivel nacional e internacional, es una calculadora de huella de carbono para bodegas.

P. ¿En qué consiste?
R. Se trata de un software, desarrollado junto con la empresa Digital5, que va a permitir realizar esta medición y gestión directamente a los técnicos bodegueros de una forma sencilla y ágil, sin necesidad de depender de asesoramiento externo.

P. ¿Están trabajando en algo más?
R. Otro proyecto en esta línea es E2CO2, en el que estamos colaborando con otras empresas (Pacay, LKS Ingeniería y Ecoingenium) y que consiste en una herramienta informática que permita mejorar la eficiencia energética y el ahorro de costes en la edificación. Está pensada para que empresas y profesionales del sector edificación y construcción puedan optimizar sus proyectos en relación a aspectos ambientales, ofreciendo un valor diferencial a sus clientes y fomentando el desarrollo sostenible y la innovación.

P. ¿Qué futuro tiene el ecodiseño?
R. En el último congreso internacional de innovación ambiental de producto, escuché a un alto representante de la Comisión Europea decir una frase que resume bien la respuesta: “En el futuro, el diseño en las empresas será eco, o no será”. Y por lo que estamos viendo en los últimos años, en materia de legislación y programas de fomento al ecodiseño, desde Europa se está trabajando en esta línea para conseguirlo.