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Mujeres con música


Mariela Estévez Campos | Fotos: Luis Javier González 'Tito'

La proporción de estudiantes matriculados en el Conservatorio de Música de Barakaldo es de 60 a 40 favorable al género femenino, según confirman desde el centro municipal. Sin embargo, la guía de grupos y solistas publicada por el Ayuntamiento tiene alrededor de 260 intérpretes masculinos frente a menos de 30 mujeres, la mayor parte de ellas cantantes. “El ambiente ligado al rock and roll, no sólo en Barakaldo pero también en Barakaldo, ha sido un ambiente si no machista —que a veces también— sí eminentemente masculino”, dice el periodista musical Gotzon Hermosilla. Las solistas Irantzu Rojo, Janire y Style-e, Fadua Ouchen Ait Elalam —Nikita Jazz— y María Municio Macías y Belén Barbas Bogado —Las Sexpeare— hablan para Barakaldo Digital y confirman que la música en Barakaldo también tiene nombre de mujer.

“Por Bilbao sí sabemos de grupos femeninos pero en Barakaldo no conocemos ninguno. Hay chicas que tocan algún instrumento, pero ya está. ¿El porqué? Ni idea. Hombre, el mundillo de la música siempre ha sido un coto masculino, excepto por las chicas cantantes, pero poco a poco van surgiendo un montón de grupos con integrantes mujeres. ¡Cada vez somos más!”. Lo dicen Las Sexpeares, el hasta hace poco trío y ahora dúo barakaldés punk rock de mujeres que prepara su segundo disco autoproducido y autoeditado.

Belén Barbas Bogado (1988), guitarra y voz; y María Municio Macías (1989), batería y coros, son plenamente conscientes de la presencia femenina en la música tiene un largo camino por recorrer. “Si te fijas, en los carteles de los grandes festivales casi nunca hay mujeres y eso significa que aún queda mucho para conseguir la igualdad en el mundo de la música”.

El periodista Gotzon Hermosilla, autor de Barakaldo revienta. Historia secreta del punk-rock, confirma que en Barakaldo el rock sigue siendo masculino. “No sé muy bien cuál es la razón. Supongo que tendrá que ver con el machismo imperante a nivel general, la división de roles sociales en función del género, la cultura dominante que relega a la mujer al ámbito de lo privado y lo doméstico mientras que la actuación en público, lo festivo, lo creativo —sobre todo teniendo un público delante— y demás ámbitos que tienen mucho que ver con la música, son espacios reservados a los hombres. Afortunadamente las cosas están cambiando, pero parece que en Barakaldo lo hacen más lentamente que en otros sitios”.

Las artistas reunidas por Barakaldo Digital coinciden en negar que ser mujer sea una dificultad añadida para dedicarse a la música. Sin embargo, tienen asumido el tener que soportar ser infravaloradas en ocasiones por su sexo o el recibir desagradables proposiciones al finalizar algunas actuaciones.

“No hemos sufrido machismo como tal, pero sí hay detalles que te hacen pensar, como por ejemplo cuando acabas un concierto y viene el típico tío baboso y te dice "podéis quedaros a dormir en mi cama conmigo". O cuando te sueltan el típico comentario de "para ser tías no sonáis nada mal" y se creen que nos están haciendo un halago. Incluso cuando viene el técnico de sonido a tocar tus propios pedales de la guitarra dando por hecho que no tienes ni idea de lo que estás haciendo”, explican la integrantes de Las Sexpeares.



La posición crítica no es tan clara en otras artistas de Barakaldo. “No he tenido problemas por ser mujer en la música, aunque por el camino siempre encuentras personas de todo tipo”, señala la barakaldesa Fadua Ouchen Ait Elalam (1985), vocalista del dúo mixto Nikita Jazz. Sin formación musical, empezó en el hip hop y ahora, desde el soul, prepara con Andrés Ossorio su primera maqueta consciente de que lo tiene “un poco más difícil” por el mayoritario ambiente punk rock local.

Tampoco tiene relación previa con la música la rapera de Lutxana Estíbaliz del Valle (1981), con el nombre artístico de Style-E. Con su maqueta La hija póstuma bajo el brazo, busca expresar sus experiencias personales.

Irantzu Rojo (1991) también se reconoce autodidacta pero ella sí ha recibido clases de canto y guitarra.
Al contrario que sus colegas, Rojo considera que la marginación es cosa del pasado. “Para nada creo que ser mujer en el mundo de la música sea una dificultad añadida. Hace años pudo ser, pero hoy en día nadie te cierra una puerta por tu sexo. Con ganas, esfuerzo y trabajo da igual que tu nombre se conjugue en femenino o en masculino”.

En la misma línea, se pronuncia la cantautora Janire Bermejo (1993). “No hay dis-tinción por ser chico o chica sino por el tipo de música que haces. En Barakaldo no hay sitios para tocar. Sólo en algunos bares actúan grupos de música dura y puede que ese tipo de bandas sean más masculinas”. La joven, también conocida como Pequeña Jane, no ve problemas por ser mujer en la música. “No hay diferencias por sexo. Hay gente muy distinta, con diferentes sensibilidades y vivencias que es lo que se refleja en la música. Es verdad que hay una etiqueta que dice que lo femenino es más dulce y lo masculino más duro, pero no tiene por qué ser real”.




Mujeres en la música de Barakaldo

• Brand New Sinclairs. Ana Sinclair (cantante) / blues
• Mike Hammer & The Taxi Drivers. Nekane Aguirre (cantante) / blues
• Nikita Jazz. Fadua (cantante) / hip hop
• Style-E / hip hop
• Irantzu Rojo / pop rock
• Janire / pop rock
• Rumble Fish. Joana Conde (cantante) / pop rock
• Wet Waves. Izaskun González (batería), María Corral (cantante) / pop rock
• Yeah All. Vicky (cantante) / pop rock
• Ebony Rose. Saray Dacosta (cantante) / metal
• The Howl. Miriam Barriuso (cantante) / metal
• Unbreath. Neska’RdKore (cantante) / metal
• Jardín Infierno. María Argüeso (cantante) / rock
• Hamar. Arantza (cantante) / rock
• El Lobo de Armañón. Maritxu (cantante)  / punk
• Las Sexpeares / punk
• Orkestra 207 / folk
• Trío Obertrass / clásica
• Vembrulé. Ana (cantante) / flamenco pop



Las Sexpeares El grupo barakaldés Las Sexpeares prepara disco mientras busca una bajista femenina que sustituya a Cris, que dejó el grupo por motivos personales. Belén Barbas Bogado (1988), guitarra y voz, con formación de operadora técnico de sonido, pastelería y panadería que actualmente está en el paro; y María Municio Macías (1989) —Kinki— batería y coros, que a pesar de haber estudiado animación sociocultural trabaja en estos momentos en Telepizza, son en estos momentos las dos únicas componentes de lo que pretenden que siga siendo un trío.
Con un nombre que juega con el del dramaturgo inglés Shakespeare, Las Sexpeares componen e interpretan una música poderosa que ellas mismas no se atreven a etiquetar pero que sitúan entre el punk y el rock alternativo.
Minoría en un mundo predominantemente masculino, piden a los organizadores de festivales de música que “no contraten siempre a los mismos grupos de tíos”.
Critican la falta de locales para actuar y ensayar en Barakaldo en contraste con la gran cantidad de grupos de calidad que funcionan en la localidad y lamentan la imposibilidad que tienen los músicos de realizar grabaciones si no disponen de dinero.

Nikita Jazz Tras conocerse compartiendo un local de ensayo, Fadua Ouchen Ait Elalam (1985) y Andrés Ossorio Oviedo (1983), ambos con una trayectoria musical sobradamente conocida en Barakaldo y centrada en el rap, decidieron unir sus fuerzas para dar forma a Nikita Jazz.
El grupo, que en un principio contó con la colaboración de Dj Law, debutó oficialmente en el año 2010. En estos momentos prepara su primera maqueta volcada principalmente en el soul, aunque también contempla la inclusión de temas de rap, electro y flamenco. Con un estricto reparto de papeles, Fadua, vocalista de profunda voz, escribe en inglés las letras de todos los temas que se basan en experiencias dolorosas de su propia vida. Ossorio, por su parte compone las pistas instrumentales. Aunque ambos sueñan con poder vivir de la música, Fadua estudia en estos momentos para preparar un grado superior que le sirva como salvaguarda en el caso de no conseguirlo.

Irantzu Rojo (1991), nacida en Barakaldo un día de Navidad, subió por primera vez a un escenario a los 10 años en Villarcayo, el pueblo en el que veraneaba con su familia.
Reacia a aceptar etiquetas, canta pop-rock pero también piezas populares en euskera, boleros o cualquier canción que le permita expresar lo que siente, compuestas en su mayor parte por ella misma. Aunque ha recibido clases de canto y guitarra, se reconoce básicamente autodidacta y resalta los beneficios del auto aprendizaje frente a la formación reglada. Alaba la labor de apoyo a los músicos locales de Barakaldo Música pero critica las trabas que el Ayuntamiento de Barakaldo pone a los bares para ofrecer música en directo.

Compagina su actividad musical con un trabajo de educadora infantil y monitora de tiempo libre en el que también apuesta por la música como método para ampliar la capacidad de retentiva y atención de los niños. Ganadora del certamen Veo Veo de Castilla-León, quedó segunda en la edición nacional de la competición organizada por Teresa Rabal. Triunfadora en el Euskal Herriko Haur Kantari Txapelketa de 2007, ha participado en los concursos televisivos El número uno y La voz.
“Soy una chica sencilla que busca ser feliz y disfrutar los días al máximo con las cosas que me divierten y una de las mejores sensaciones del mundo es coger mi guitarra y expresar mis sentimientos con la voz”.

Janire Bermejo, cantautora y estudiante de Comunicación Audiovisual, grabó en 2011 su trabajo Janire con Lino Parabellum.  La artista ha actuado junto a Iñigo Pérez e Iñigo Martínez bajo el nombre de Pequeña Jane. Ha sido telonera de Obrint Pas y el mismo año 2012 quedó finalista en el concurso de pop-rock de Bizkaia TV. Es crítica con la situación en el municipio.
“Se apoya poco a los grupos locales. Prácticamente no hay locales para tocar en directo y eso deja a las bandas sin salidas. Estamos en proceso de crear una asociación, Burrumbada, para conseguir reconocimiento para los músicos y para intentar meternos en la comisión de fiestas para que los grupos del pueblo puedan tocar en ellas”, señala Janire.


Style-E Estíbaliz del Valle, barakaldesa, cantante de hip hop, fusión de rap, música disco y flamenco. Escribe sobre sus experiencias personales, sobre temas que le afectan directamente como por ejemplo la anorexia. “Yo no soy anoréxica, nunca me ha dado por vomitar, bastante suerte tenemos con poder comer, con toda la gente que pasa hambre. Tirar la comida adrede, ni de broma. Pero conozco el tema de cerca”. Canta sobre la legalización de la marihuana, sobre la paradoja de que “en los servicios psiquiátricos de los hospitales te obliguen a tomar fuertes antidepresivos, que son legales, mientras prohíben la marihuana a pesar de sus efectos terapéuticos”. Sobre las violaciones en los túneles de Lutxana y la posibilidad de hacer rocódromos en ellos, sobre los que se aprovechan de los que menos tienen o la explotación de los discapacitados por las organizaciones que supuestamente tienen que ayudarlos.