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El ocio que llegó desde Japón invade San Vicente en las Jornadas de Manga y Anime de Motsukora

• Este miércoles día 11 se graba, a las 11.00 horas, un 'lipdub' con la sintonía de Digimon • A las 12.30 hay un taller de chapas • A las 17.30 horas se celebra una 'manga party' 
La Casa de Cultura de San Vicente es durante toda la semana el punto de encuentro de los aficionados al manga, el anime y todo lo relacionado con la cultura japonesa gracias a la asociación Motsukora. Hasta el sábado, las XIV Jornadas Manga y Anime que organiza la asociación vizcaína pretenden demostrar que no se trata de algo reservado a minorías, sino que es una forma de ocio abierta a todo tipo de público y de todas las edades. Tal y como ha destacado el vicepresidente de Motsukora, Mikel Lasa, a Barakaldodigital: “aquí puede venir cualquier persona porque esto es una afición, no es una cosa cerrada para unos pocos”. Además, ha animado a acudir a las jornadas para empezar a tomar contacto con la cultura japonesa. “Si luego te gusta, puedes seguir profundizando”.

Este martes han comenzado las XIV Jornadas Manga y Anime Motsukora en la Casa de Cultura de San Vicente. Los aficionados se repartieron por las salas del recinto para ver sus series o películas favoritas, jugar con videoconsolas, participar en juegos de rol o divertirse con el Jan-Ken-Pon, el clásico piedra, papel, tijera, con algunas novedades que le hacen más emocionante y divertido. Aquí, el que gana debe golpear con un martillo al contrario, y este debe ponerse un casco antes de recibir el golpe. Y todo ello sujetando un huevo en la espalda con la otra mano.

Mikel Lasa destaca que el público mayoritario de las jornadas es gente joven que busca una forma de ocio. Y el manga y anime lo es. “Manga” es la palabra japonesa que designa el cómic, mientras que “anime” es el término que identifica la serie de animación que puede estar basada en un manga o ser original. “Series como Marco o Heidi son series antiguas, pero son anime, igual que Mazinger Z”, destaca el vicepresidente de Motsukora que recuerda que las primeras series de anime que vio fueron “Dragon Ball” y “One piece” en euskera en la ETB.

Lasa asegura que cada vez hay más gente interesada por la cultura japonesa, fundamentalmente gente joven, y “cada vez más jóvenes” porque “ahora acuden chicos y chicas de entre catorce y quince años, cuando antes se acercaban al manga jóvenes de 16 a 17 años”. Se trata de gente diversa que se siente atraída precisamente por la lejanía de Japón. “Es algo tan lejano, tan distinto a nuestra cultura que atrae”, destaca.

Muchos se sorprenden al descubrir que algunos videojuegos están basados en el manga. En ellos el lector se encuentra con dibujos peculiares, con rasgos muy marcados en los personajes, ojos grandes, y con un modo de lectura opuesto al occidental. “Nosotros pasamos las hojas de derecha a izquierda, pero en el manga se hace de izquierda a derecha”, señala mientras muestra uno de esos libros en la biblioteca que se ha habilitado en la casa de cultura de San Vicente.

Lasa lamenta que mucha gente hable “desde la ignorancia” del manga y anime y piense que se trata de historias para niños. Destaca que esa idea que equipara cómic a un público infantil “no es cierta” y que “no están limitados en exclusiva a niños” porque el manga tiene una temática variada y lo suficientemente abierta como para atraer a personas de todas las edades y gustos.

Para la edición de este año hay algunas novedades como una exposición de Lolita Tales, acompañada de una charla, el sábado 14 a las 12 horas, sobre el movimiento Lolita en Japón. También habrá, como novedades, talleres de cocina japonesa y un concurso de habilidad con palillos chinos. Además, gracias a la colaboración de la Euskal Herriko Go Elkartea, se podrá aprender a jugar al Go, un juego de estrategia japonés.

No faltan las actividades tradicionales, como los juegos de mesa o los juegos de rol en los que el único límite lo marca la imaginación de la persona que prepara la partida. Luego, durante el desarrollo de la partida, cada jugador “decide cómo actúa su personaje, pero siempre siguiendo unas pautas generales”.

Las jornadas concluirán el sábado con la tradicional fiesta de clausura en la que se celebrará el concurso de cosplay —en el que los participantes se disfrazan y actúan como sus personajes favoritos— y karaoke. Lasa destaca que el salón de actos, con capacidad para unas 250 personas, se llena cada año en la fiesta de clausura, con “gente que se queda de pie o que no puede entrar”, para ver a la veintena de concursantes, aunque hay más gente que acude disfrazada para participar solo como espectador.